La elaboración de una librería de modelos es, bajo mi punto de vista, una acción capital a la hora de trabajar como artista 3D en visualización arquitectónica. Más de una vez hemos tenido el deseo, a veces efímero, de atesorar todos aquellos recursos gratuitos que hemos encontrado en la red; además de determinados modelos que hemos decidido comprar y otros tantos que nosotros mismos hemos creado. El hecho de llevar a cabo estas acciones sin ningún orden ni control puede desembocar en una situación de auténtico caos de recursos que dificulta el trabajo diario. Es por ello que, como paso primigenio, hemos de tener en mente una idea o patrón de orden lógico en nuestros modelos.

Siendo el presente un tema sobre el que podríamos extendernos considerablemente (quién sabe si en futuros escritos), no es mi intención sentar cátedra sobre cuál es el patrón de ordenamiento óptimo, todos tenemos un toque personal dentro del orden que establecemos.

No siempre “más” significa “mejor”, es decir, no es necesario adquirir todos aquellos modelos que encontremos. Personalmente suelo plantear la siguiente pregunta ¿crees que es un modelo que vas a utilizar? Por simple que parezca, puede evitarnos una gran pérdida de tiempo a futuro. En paralelo, es aconsejable analizar brevemente la calidad del archivo, sobre todo en cuanto a modelado y compatibilidad con el software con el que trabajemos.

Como primera idea, es importante elaborar una propuesta de categorización de carpetas en las que vayamos a almacenar nuestros modelos. Bien es cierto que este paso puede variar en función de si tenemos o no la idea de utilizar una herramienta de gestión de recursos. No obstante, independientemente de ello, es aconsejable crear un cierto orden de carpetas en las que ir clasificando los modelos que vamos obteniendo. Quedaría en un apartado más personal el grado de subdivisión a realizar, hay personas a las que les pueda parecer menos visual una extensa división en sus categorías; así como otros que puedan trabajar de manera más fluida con etiquetas.

Sea cual sea, lo más importante es crear un patrón de organización y seguirlo, el tiempo invertido de inicio va a resultar en un flujo de trabajó futuro mucho más dinámico. Asimismo, es importante tener en cuenta de inicio algunos aspectos que podrían generar conflictos con el paso del tiempo. Por ejemplo, un aspecto importante a tener en cuenta es crear una librería modulable o escalable. Es importante que sea posible integrar tipologías de modelos que a priori no hemos planteado introducir, pero con las que vayamos a necesitar trabajar en un medio o largo plazo. De igual manera, es aconsejable considerar la opción de integrar recursos que pudiéramos utilizar en softwares adicionales, o crear versiones duplicadas de los modelos existentes compatibles con los mismos.

En adición, si se diera el caso de trabajar en equipo es conveniente contemplar la posibilidad de integrar a los distintos (presentes y futuros) miembros en el mismo patrón de organización, creando una librería común sobre la que se pueda trabajar de manera conjunta e independiente.

Estos son algunos de los aspectos básicos a tener en cuenta en el momento en el que decidimos crear una librería de modelos, siendo conscientes de que pueden surgir diversas cuestiones en la medida en la que el trabajo se vaya desarrollando.

Como idea principal, el mensaje a comunicar es el de invertir un tiempo prudencial previo a la obtención de modelos. La dedicación realizada previamente será satisfactoria en el desarrollo diario de nuestros trabajos.

Guillermo Agramonte

Guillermo Agramonte

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